Hay tantas formas de querer, como personas hay en este mundo.
Hay tantas formas de amar como matices de colores hay en el firmamento.
La noche y las musas del alcohol marcan el camino hacia el deseo, hacia lo imposible para hacerlo posible, para hacerlo palpable, para ponerlo delante de ti y servírtelo en bandeja para que te tomes tu ración de lujuria escondida.
Nunca imaginé lo que sería capaz de hacer, el deseo nos lleva a la locura, no distinguimos entre el bien y el mal, entre lo masculino y lo femenino.
Nos pasamos por el forro los convencionalismos, en la noche todo se relativiza, todo cobra menos importancia, el todo es nada, la nada es nada.
A ciertas horas nos embriagamos de placer, nos emborrachamos de deseo y nos dejamos llevar por el más básico de los instintos
Todavía siento el perfume de tu piel impregnado en mi piel, todavía siento tu culpabilidad pegada a mi culpabilidad, todavía me siento cómplice de tus caricias acompañadas de mis caricias.
Todavía no sé si fue real o tan sólo fue un sueño que revivo en mi mente una y otra vez. Nunca olvidaré ese momento, siempre estará ahí y no sé si todo esto significará un punto y aparte, o un punto y seguido, o simplemente le pondremos a esta historia puntos suspensivos.
La sociedad nos hace estar a un lado o al otro, tenemos que ser de izquierdas o de derechas, arriba o abajo, por detrás o por delante, en nuestra acera o en la acera de enfrente, siempre tenemos que elegir y descartar. Estar en un bando o en otro, la guerra contigo o la paz sin ti.
No podemos caminar por la calle de en medio, no podemos amar el gris debemos elegir entre el blanco y el negro. Hay que definirse, hay que razonar, hay que dejar de lado esa palabra cursi, pasada de moda, que tan sólo utilizan los clásicos y no es otra que la palabra sentir.
Hay que explicarlo todo y además ese todo debe tener algún sentido, debe tener lógica. No debemos darle protagonismo a la improvisación, todo debe ser medido por la cordura, no vaya a ser que un loco sea el más cuerdo del mundo, no vaya a ser que la sinrazón se convierta en el opio del pueblo, no vaya a ser que la razón pierda el pulso ante el corazón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Nadie te avisa cuando llega. Se instala en tu vida permanentemente o de manera temporal. Se acerca sigilosamente y te va atrapando. No te da...
-
Quería marcharme, olvidarme de ti. Puse kilómetros y kilómetros de tierra entre tú y yo. Me marché al Sur y allí leí un libro y me di cuenta...
-
Te escribo a ti desde ese rincón del alma donde las palabras salen sin pensar, donde el amor se vuelve un argumento básico para explicar mis...
-
El beso es el mejor medicamento para curar las heridas del corazón, la soledad, el sentimiento de abandono, la falta de cariño y el desamor....
-
Hoy rompo mi silencio para escribirte a ti. Me dices que soy como una droga, que estás enganchada a mí. Soy esa sustancia que rompe tus vena...
-
Querido lector o lectora, (desde que Zapatero se ha inventado un nuevo Ministerio tenemos también que escribir con igualdad) de este mi blog...
-
Aprisionado entre sus piernas, me reafirmo en que sus manos están enseñadas para dar placer. Mientras iniciamos el intercambio de tem...
-
Le debía unas letras envenenadas, como sus labios cuando los utilizaba como moneda de cambio. Le debía el mayor de mis desprecios,...
-
Escribir aunque la noche sea fría como mi alma cuando te marchas. Escribir aunque me duela cada palabra que escribo pensando en ti...
-
Que se muera Cupido por sobredosis de amor y que yo pueda ir a su entierro a bailar sobre su tumba. Que se muera la soledad del abandonado, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario