miércoles, 11 de febrero de 2015

www.juangart.com

Si quieres seguir leyendo mis poemas, lo puedes hacer en mi nueva página web:

                                    http://juangart.com/

jueves, 6 de noviembre de 2014

LA CHICA DE LA PUERTA


Mordí mis labios para no morder los suyos.

Apreté tanto los ojos para olvidarla que ahora me duelen sin verla.

Me reprimí tanto la ganas de ganar que pierdo cada noche.

Aquel día nos refugiamos en las horas vacías del reloj que marcaba el tiempo de su marcha.

Me tragué el orgullo para condenarme a su olvido mientras me administraba altas dosis de desesperanza.

Pero sin abrazarte aún te siento entre mis brazos, pero sin tocarte todavía te acaricio, pero sin verte siento el deseo de desearte.

Cuando el corazón gana la batalla al pensamiento, el derrotado recibe un beso en la mejilla como antesala del adiós.

En ese momento el alma suena como cristales rotos, como el crujir de las hojas en una triste tarde de otoño.

Nunca dejes entrar en tu vida a la chica de la puerta.
Porqué quizás jamás la consigas olvidar.
Nunca dejes entrar en tu vida a la chicha de la puerta .
Porqué quizás las noches con luces de neón a ella te vuelvan a recordar.
Nunca dejes entrar en tu vida a la chica de la puerta.
Porqué quizás su ausencia hasta el azúcar te pueda amargar.





martes, 7 de enero de 2014

MENSAJE ENCRIPTADO

Te tengo que devolver un libro y miles de sueños.

Te he buscado y te he encontrado desde la primera hasta la última página.

Mi sueño es escribirte a ti, sin puntos finales.

Es llorarte con lágrimas de tinta secadas en un papel en blanco.

Es inevitable pensar en ti y sentirte en algunos de sus poemas.

Es imposible no leer sus páginas y después de cada verso no escribir mentalmente tu nombre.


Te tengo que devolver tu libro y emborracharnos de vino malo para sentirte más cerca.

Dejar que la noche nos desinhiba y así poder escribir un nuevo poema carnal.


lunes, 28 de octubre de 2013

TE VAS A MORIR.



Te lo voy a decir para que te enteres. Sí a ti que me estás leyendo ahora mismo, te miro a los ojos y te digo de una manera muy clara, sin tapujos: TE VAS A MORIR.

Y lo harás dentro de unos segundos, o quizás minutos, horas, meses o años. Pero te vas a morir, la vas a palmar sin remedio. Un ataque al corazón, un cáncer, una cirrosis, un accidente o la vejez se te llevarán por delante.

Y ni tu chalet con piscina en una zona exclusiva, ni tu despacho con sillones de piel y vistas a la gran ciudad te salvarán. Ni tan si quiera tus joyas valiosísimas encerradas en una caja de seguridad, ni tus cuadros de valor incalculable, ni el dinero acumulado que no serás capaz de gastar nunca, te darán la vida eterna.

Te morirás aunque hayas conseguido el mejor puesto de trabajo lamiendo culos y pisando cabezas.
Te morirás aunque hayas obtenido un gran poder en las urnas.
Te morirás aunque hayas creado un emporio de empresas de manera fraudulenta.
Y te morirás aunque te esté esperando cada día un yate en la puerta de tu casa.

Te morirás aunque nunca te hayas parado a pensar en los demás.
Te morirás aunque nunca hayas tendido una mano sin esperar nada a cambio.
Te morirás aunque la palabra solidaridad no esté en tu diccionario.
Y te morirás aunque pienses que vas a ser eternamente joven.

La muerte no entiende de sexos, ni de edades, ni de ricos, ni de pobres. No entiende de razas, ni de héroes, ni villanos, ni de vencedores o vencidos. Sencillamente la muerte mata y se lleva por delante a quien sea.
Y tú, que no puedes vivir sin tu gomina, o sin tu coche bien equipado, o sin tu táblet, o sin tu camisa de marca, o sin tu vestido carísimo de mujer fatal. También te irás al otro barrio en menos que canta un gallo. Porque la muerte no es clasista, no es excluyente, ni es racista.

La muerte nos iguala a todos . Y tú debes elegir si quieres ser recordado como una persona de bien o como un perfecto/a hijo/a de la gran puta.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

AL CIELO TAN SOLO SE ACCEDE PAGANDO


Aprisionado entre sus piernas, me reafirmo en que sus manos están enseñadas para dar placer.

Mientras iniciamos el intercambio de temperaturas piel con piel, mi teoría carnal se vuelve dogma de fe.

Tus labios se cotizan al alza en el mercado de la noche, tus besos son una cima inalcanzable,  sin previo pago de su importe.

Vendedora de carne celestial, de deseos al contado, inyectas el veneno a tus víctimas a golpes de orgasmo.

Eres un oasis carnal para el sediento de sexo, eres una pastilla corpórea que cura el desvarío

Eres la última parada para los que se mueren de frío.

Eres la piel cálida para los sedientos de amor, eres el lubricante necesario para las secas vaginas de tentación.

Eres la válvula de escape para los desesperados sin compasión, eres el último reducto, el calor de la noche, mi sexo en erupción

La noche te abraza bajo su gabardina de anonimato y deseo.
Y entre botellas y copas mi loco futuro yo veo.

Pero la penumbra resguarda mi triste sombra que anda bebiendo y vagando

Y la vida te enseña, que las putas tan solo beben champagne y que al cielo tan solo se accede pagando.




miércoles, 22 de agosto de 2012

LE DEBÍA....


Le debía unas letras envenenadas, como sus labios cuando los utilizaba como moneda de cambio.

Le debía el mayor de mis desprecios, empuñando el arma del orgullo en defensa propia.

Le debía la última calada de este cigarro consumido pensando en ella, mientras orino mi borrachera.

Le debía toneladas de sinsabores, litros de lágrimas, cuarto y mitad de incomprensión que hoy le pago con intereses.

Le debía versos que se perdieron entre la marea del olvido, entre la negra sombra de lo que nunca fuimos.

Le debía el sonido desafinado de mi guitarra, mientras los acordes soñaban con la música de su rubia melena.

Le debía no darle importancia a su cuerpo, esculpido a base de deseo y cincelado a golpes de morbo.

Le debía odiarla, después de quererla hasta morirme y matarme.

Le debía mi más profundo rencor, por sus ataques de histeria de Barbie consentida.

Le debía paisajes nublados, mientras su boca me engañaba con la mía.

Le debía un teorema vital que dijera: yo nunca seré igual que tú.

Le debía olvidarla y resucitarla entre estas líneas que la acompañarán durante toda su vida.

Le debía sincerarme ante ella, mujer de poca fe, aunque tenga nombre de seguidora de Cristo.

Le debía y le debo noches en vela, mis ojos fijos en el techo oscuro de mi habitación.
Le debía y le debo relojes sin tiempo, el hueco de su silueta clavado en mi colchón.

sábado, 4 de febrero de 2012

ESCRIBIR...

Escribir aunque la noche sea fría como mi alma cuando te marchas.
Escribir aunque me duela cada palabra que escribo pensando en ti.
Escribir aunque me pierdo y te pierda.
Escribir aunque sea para sentirte cerca.
Escribir aunque sea por escribir.


Entradas populares