miércoles, 7 de noviembre de 2012

AL CIELO TAN SOLO SE ACCEDE PAGANDO


Aprisionado entre sus piernas, me reafirmo en que sus manos están enseñadas para dar placer.

Mientras iniciamos el intercambio de temperaturas piel con piel, mi teoría carnal se vuelve dogma de fe.

Tus labios se cotizan al alza en el mercado de la noche, tus besos son una cima inalcanzable,  sin previo pago de su importe.

Vendedora de carne celestial, de deseos al contado, inyectas el veneno a tus víctimas a golpes de orgasmo.

Eres un oasis carnal para el sediento de sexo, eres una pastilla corpórea que cura el desvarío

Eres la última parada para los que se mueren de frío.

Eres la piel cálida para los sedientos de amor, eres el lubricante necesario para las secas vaginas de tentación.

Eres la válvula de escape para los desesperados sin compasión, eres el último reducto, el calor de la noche, mi sexo en erupción

La noche te abraza bajo su gabardina de anonimato y deseo.
Y entre botellas y copas mi loco futuro yo veo.

Pero la penumbra resguarda mi triste sombra que anda bebiendo y vagando

Y la vida te enseña, que las putas tan solo beben champagne y que al cielo tan solo se accede pagando.




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