Aprisionado entre sus piernas, me
reafirmo en que sus manos están enseñadas para dar placer.
Mientras iniciamos el intercambio de temperaturas piel con piel, mi teoría carnal se vuelve dogma de fe.
Mientras iniciamos el intercambio de temperaturas piel con piel, mi teoría carnal se vuelve dogma de fe.
Tus labios se cotizan al alza en el
mercado de la noche, tus besos son una cima inalcanzable, sin previo
pago de su importe.
Vendedora de carne celestial, de
deseos al contado, inyectas el veneno a tus víctimas a golpes de
orgasmo.
Eres un oasis carnal para el sediento
de sexo, eres una pastilla corpórea que cura el desvarío
Eres la última parada para los que se mueren de frío.
Eres la última parada para los que se mueren de frío.
Eres la piel cálida para los
sedientos de amor, eres el lubricante necesario para las secas
vaginas de tentación.
Eres la válvula de escape para los
desesperados sin compasión, eres el último reducto, el calor de la
noche, mi sexo en erupción
La noche te abraza bajo su gabardina de
anonimato y deseo.
Y entre botellas y copas mi loco
futuro yo veo.
Pero la penumbra
resguarda mi triste sombra que anda bebiendo y vagando
Y la vida te enseña, que las putas tan
solo beben champagne y que al cielo tan solo se accede pagando.
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