domingo, 27 de diciembre de 2009

ESPERANDO...

Barba de tres días, pijama de algodón pegado al cuerpo, dos días sin intimar con la ducha.

Incomprensión en pastillas, tristeza en vena, necesidad de una aguja que me inyecte vida.

Sopa de navidad salpimentada de recuerdos, el reloj biológico a punto de marcar los treinta, cuenta atrás que acorta la vida. Muchas cosas por hacer, pocas ganas de hacerlas.

Casi tres décadas buscando el amor, la felicidad, rompiendo muros de lamentos, soñando despierto.

Una y otra vez volviendo al punto de partida, cada vez cuesta más emprender el viaje hacia la tierra de las ilusiones perdidas. Cada vez es más difícil levantarse con ganas de luchar, cada vez es más difícil morir por un ideal.

La cama mi amiga, mi habitación en penumbra mi espacio, la soledad una extraña compañera, estas letras son el elixir que curan mi corazón en cangrena.

El insomnio se manifiesta en mis ojos hinchados, ojeras delatadoras, cansancio acumulado, es el rostro de un derrotado.

Achaques de la edad, heridas en el alma curadas con chorros de alcohol. Viendo la vida pasar como un espectador de segunda fila.

Esperando algo…esperando nada…esperándolo todo.

martes, 8 de diciembre de 2009

PARA QUÉ ESCRIBIR...

Para qué escribir si estoy bien conmigo mismo, si ya no lloro por amor, si ya no sueño contigo, si tu ausencia ya no me provoca dolor.

Para qué escribir si ya no me cuesta nada besarte tan sólo en la mejilla, si ya no bebo para olvidar, si ya no me masturbo pensando en ti.

Para qué escribir si ya comparto mesa con velitas con cualquiera, si ya no me importa pagar para sentirme deseado, si mi mirada ya no busca la tuya, si mi boca ya tiene el sabor de otra boca, si tu perfume ya no es el primer olor del día.

Para qué escribir si no echo de menos tus caricias inesperadas en mitad de la noche, si en mi cama ya se ha borrado la silueta de tu cuerpo, si ya no me pongo enfermo porque no estás junto a mí.

Para qué escribir si cada día que pasa voy perdiendo la fe en el amor, si mi religión ya no es tan sólo tu cuerpo, si ya no hago penitencia para que me perdones, si ya no rezo para que vuelvas.

Para qué escribir si cada decepción tiene nombre de mujer, si ya no leo a Neruda, si ya no me emociona nuestra canción.

Para qué escribir si me comparas con otros, si buscas híbridos, si has recostado tu cuerpo en otros brazos distintos a los míos.

Para qué escribir si ya se han secado las fuentes del placer, si ya me he acostumbrado a la soledad, si ya no espero tu retorno escondida entre el sol y la luna.

Para qué escribir si mis manos ya están limpias, si ya me he lavado la sangre que brotaba de las heridas que dejaste en mi corazón.

Para qué escribir si ya no te siento, ni te padezco.
Para qué escribir si ya no te busco, ni te encuentro.
Para qué escribir si yo ya no muero por ti.
Para qué escribir si tú ya no mueres por mí

Entradas populares