domingo, 4 de julio de 2010

A LOS PERDEDORES

La inspiración se marchó por el único resquicio que había en las paredes de mi corazón. Las musas del alcohol me abandonaron por prescripción médica. Dejándome huérfano de versos y besos.

La resignación se apoderó de mi cuerpo sin permiso, me invadió mi territorio empuñando el arma de la amargura. Al asalto con premeditación y alevosía colonizó mi alma y colocó la bandera de la incomprensión, que se clavó en lo más profundo dejándome heridas de guerra, heridas de desamor.

Las cartas en el juego de los sentimientos están marcadas, siempre ganan los tahúres que se las saben todas en el noble arte de la seducción.

Los perdedores sin otro as en la manga mas que la eterna superación, buscan constantemente el camino de la esperanza para terminar una y otra vez en el mismo punto de partida. El olvido como modo de vida, los recuerdos como elixir milagroso para no perder la cabeza. Evocando lo que un día fuiste, marcándote el camino para que algún día vuelvas a ser.

Los perdedores son caminantes incansables, que recorren las estrechas calles de la tortura, se detienen en cada farola y lloran en cada esquina. Se parten la boca pidiendo ayuda a los sordos, mal venden su alma por una caricia incondicional, subastan amor al mejor postor, regalan miradas de complicidad a cualquier fulana.

Los perdedores nunca esperan nada, desesperan ante todo. Viven al límite, la vida y la muerte son palabras sinónimas. Se emborrachan de incomprensión, se refugian en el silencio, navegan a contracorriente para terminar varados en la playa de los vencidos.

Ayer perdí, hoy renací, mañana perderé quizá pasado renaceré.
Ayer perdí hoy gané, quizá pasado volveré a perder.

Entradas populares