domingo, 12 de julio de 2009

SUEÑOS INALCANZABLES

Nadie te avisa cuando llega. Se instala en tu vida permanentemente o de manera temporal.

Se acerca sigilosamente y te va atrapando. No te da explicaciones.

Sientes desazón, ganas de llorar, de hundirte poco a poco.

Hoy se ha instalado en mi vida la soledad, la tristeza por no tenerte junto a mí.

Los recuerdos son mis compañeros de viaje, como decía el Maestro: “lo que pudo haber sido y lo que nunca será”.

Una página en blanco que lleno de palabras y una música acompasada me ayudan a expresar lo que siento.

Sé que es muy difícil de expresar, porque lo que siento va más allá de las palabras, de la poesía, de los versos, de las frases perfectas o del sujeto, el verbo y el complemento.

Todo el mundo te habla de lo bonito que es el amor, que hay que amarse los unos a los otros, haz el amor pero no la guerra.

Pero esos mismos, no te cuentan lo que duele el desamor, la falta de cariño o de ternura.

Es doloroso desear y no encontrar una caricia, un simple abrazo o un beso inesperado bajo un cielo estrellado.

No sé como mirarte a los ojos y decirte que te quiero ¡te juro que no sé como hacerlo! Ya no sé que hacer para poder encontrarte, vivo día a día de tu recuerdo y anhelo el momento de volverte a ver.


Escribo estas frases sabiendo que nada va a cambiar entre tú y yo. Tú seguirás siendo aquella persona inalcanzable para mí, ese amor platónico que yo desearé hasta el último día de mi vida.

EL REENCUENTRO

Amargo sabor el del desengaño. Tristeza encontrada en una foto con aroma a recuerdo.

Dulce anestesia aquella que me hace no pensar en ti. Aún tu vago recuerdo perturba mi cabeza.

Y yo ahora, un solitario en la penumbra, escribo versos de amor. De ese amor que anhelo y que me falta por tu ausencia.

Mátame a golpes, arráncame el corazón y tíralo con desprecio. Pero cariño, no me mates de amor, porque es la muerte más dolorosa que un enamorado puede sufrir.

Ahógame con tus manos de dulce tacto, pero no dejes que me ahogue con las lágrimas que inundan mi garganta.

Arráncame los ojos, para no poder ver nunca más tu belleza y así poder olvidarla.

Borra de esta cara mi boca seca de tus besos, para que no sienta nunca más el calor de tus labios.

Rompe mi cuerpo en mil pedazos, y no dejes que me consuma en mi dolor inmenso.

Quiero convertirme en cenizas de un amor consumido a fuego lento.

Quiero enterrar mi voz en un lugar profundo, para que no pueda escuchar nunca más como grita tu nombre.

Espero que el mundo cambie, espero el reencuentro con un viejo conocido, el reencuentro con un triste amigo que dejé por el camino, el reencuentro con él…el reencuentro con el amor.

AQUELLA NOCHE YO TAMBIÉN LLORÉ




Te dije amor que ya podía volver a escribir.

Que cada una de mis palabras, están escritas pensando en ti.

La luna fue testigo de nuestra pasión y sin saber muy bien porqué tú lloraste antes del amanecer.

Yo cerré los ojos y de nuevo te abracé.

Y por mi mente pasaron los recuerdos más bonitos del ayer…

Esa mañana clara que tu boca yo besé.

Esos ojos marrones que me embriagaron de dulce miel.

Volví a sentir algo, un sentimiento que había olvidado.

Era el amor profundo, el amor eterno, el amor al roce de tu piel.

Y aquella noche estrellada, yo…otra vez te amé.


Fui sincero aquel día, y mi alma ante ti descubrí

Y es que a la luna vida mía, yo no le puedo mentir.

Tu cuerpo acaricié, y tu cabeza en mi pecho apoyé,

Entonces te dije te quiero, y aquella noche…yo también lloré.

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